La galesa

Este bello mamífero rumiante de la familia de los bóvidos se encuentra en las sabanas africanas e incluso en el sudeste asiático.  Son herbívoros de tamaño medio o pequeño, según la especie, y presentan grandes y ágiles patas.  Se agrupan en rebaños grandes  de hasta miles de gacelas.

Su hábitat suele encontrarse en las llanuras, siempre están alerta para evitar que sus depredadores les sorprendan, por ello se encuentran en espacios abiertos y con vegetación que no sea alta.  Tanto es así, que sólo duermen durante algunos minutos en intervalos, aunque permanezcan tumbadas están expectantes a cualquier movimiento o ruido.  Este antílope resulta muy veloz al correr, llega a alcanzar hasta los 100 km/h.

Se alimentan de hierbas, arbustos y todas aquellas plantas que le aporten líquido para combatir las altas temperaturas, también, en menor medida, de larvas y pequeños insectos.  Los machos normalmente están aislados del rebaño, son solitarios y muy territoriales. 

En época de apareamiento, desde septiembre hasta noviembre, los machos se enfrentan con sus cuernos por las hembras.  Antes de llegar a la primavera nacen las pequeñas gacelas después de unas 28 semanas.  Las crías pesan cerca de los 5 kg y su desarrollo es muy rápido.

La especie de la gacela Grant es grande, con un peso de 55 a 80 kg, cuernos prominentes y largos, fuertes y anillados, siendo de menor tamaño en las hembras.  La gacela de Thomson, es más pequeña y se concentra en el oriente africano.  Pesa entorno los 20 y 30 kg.  Es posible ver a gacelas compartir territorio con cebras, ñues e impalas.